Propuestas solidarias para un gobierno más universal en Melilla

Hace ya algunas semanas se viene repitiendo un nombre en los medios de comunicación locales, se trata de Khadija, una mujer de unos treinta y tantos, con cuatro hijos menores, que desde hace algún tiempo está viviendo en la calle a merced de la caridad de algunos voluntarios que de momento la está acogiendo.

Khadija, que tiene un puesto de trabajo como limpiadora que le reporta unos 500 euros mensuales, no es capaz de encontrar un lugar donde vivir porque con estos ingresos, sin avales ni seguridad en su puesto de trabajo, ningún particular quiere arrendarle una vivienda. Bienestar Social, a lo máximo a lo que ha llegado es a ofrecerle una pensión durante un corto espacio de tiempo para luego desahuciarla y dejarla “literalmente” en la calle, algo que ha venido sufriendo durante ya varias semanas. Tras la presión mediática que ha surgido de la mano de ONG’s como PRODEIN o Derechos Humanos, entre otras, la mencionada Consejeria le ha dado a Khadija 1500 euros para así poder “quitarsela de enmedio”, pero esto no es suficiente, como es lógico, para hacer frente al pago de una vivienda donde resguardar a sus hijos.

El caso de Khadija, sin duda, es un caso que bien podría demostrar la validez de algo que muchos partidos de los que se han presentado a las pasadas elecciones municipales, han hecho gala en sus correspondientes programas electorales. Imagínense quien mejor podría encajar en el perfil de ciudadano necesitado de una vivienda que no puede pagar, o al menos, no puede pagar a un ente privado y necesita beneficiarse de viviendas de protección oficial. Con un ingreso de apenas 500 euros, esta madre coraje, no puede hacer frente al pago de una vivieda en régimen de compra, ni siquiera una vivienda de protección oficial. Como ustedes saben, de más de 100 viviendas construidas en régimen general, se han vendido apenas 30 de ellas, o lo que es lo mismo, un 65% de las mismas han quedado sin venderse debido a los precios, desorbitados, que han hecho imposible que muchas familias demandantes, que se encuentran en situación de precariedad económica, puedan hacer frente al pago de la entrada y las cuotas de la hipoteca. Esta situación ha provocado que la sociedad municipal ENVISMESA, promotora de las mencionadas viviendas, tenga que ofrecerlas al público general, aunque el interés por la adquisición de las mismas sigue sin repuntar y aún quedan 65 viviendas vacias por no encontrar comprador.
En Melilla hay hoy más de 3000 familias demandantes de vivienda en régimen de Protección Oficial, y que no han encontrado aún respuesta a su legítima petición, que no es otra que una vivienda digna para habitar a un precio que puedan asumir y que el banco les autorice, algo que con una entrada de 30.000 euros es “irreal” y no persigue el fin social de las viviendas mencionadas, al menos, no persigue el fin social en quien más lo necesita que es quien no puede hacer frente, ni tan siquiera, a esa entrada de 30.000 euros, que se dice pronto.

Algunos partidos que se han presentado a las presente elecciones, no obstante, anunciaron que de llegar a tener responsabilidad de gobierno, pondrían estas viviendas vacias (que no pueden comprar los más necesitados precisamente porque no tienen 30.000 euros para pagar la entrada) en régimen de alquiler, ya que venderlas se ha convertido en algo imposible, no lo digo yo, ya lo decía el responsable de ENVISMESA, Juan Antonio Iglesias, hace ahora casi un año.

Según uno de los candidatos a la presidencia de la Ciudad, ésta es la única fórmula para que los más necesitados puedan acceder a un piso ya que el aumento del parque de viviendas en la ciudad no se corresponde con el acceso a la vivienda para la mayoría de la sociedad, incapaz de afrontar el desaforado aumento del precio de los inmuebles, decía que, en su opinión, lejos de mantener una política de índole social, ENVISMESA se dedica también a vender como si de una constructora privada se tratase, impidiendo que las familias necesitadas y con baja renta puedan tener una vivienda digna. Coalición por Melilla añadía que de tener responsabilidad de gobierno,convertirían a ENVISMESA en una promotora privada debido a la alta deuda que tiene, nada más y nada menos que 40 millones de euros, después de la operación de Isla Talleres, que de no firmar pronto un convenio de vivienda con el Gobierno Central caerá en quiebra técnica. Según CpM, se entiende que no se puede jugar con dinero público “a comprar solares a precios desorbitados” sin preocuparse de la rentabilidad de sus operaciones y lanzaba una propuesta como lo es la creación de una serie de programas específicos para asegurar el acceso a la vivienda en régimen de alquiler, gestionando desde la Ciudad Autónoma las viviendas vacías que pudieran estar teniendo dificultades para ser alquiladas por carecer, entre otras, de cédula de habitabilidad. Lo que pretendían los partidos mencionados y otros como el PSME o incluso PPL era aumentar el número de viviendas disponibles para alquiler en Meilla además de facilitar el acceso a las ayudas al alquiler de las mismas por parte de familias que no pueden, por el precio y la escasez, acceder a una vivienda de VPO en régimen de compra.

Pues bien, imagínense ahora, con esta situación en mente, el caso particular de Khadija. No hablamos de Khadija como una persona individual, no obstante, sino como una representación de un colectivo, cada vez más mayoritario en Melilla. Con un ingreso de apenas 500 euros al mes y cuatro hijos, ¿que solución le da la Consejería de Bienestar Social?, el pago de una pensión que después le es arrebatada sin más (justo cuando acaban las elecciones, mire usted) parece que es el ejemplo más claro del dicho “no me des pescado, enseñame a pescar”, tampoco como es obvio lo es darle 1500 euros para que “haga poco ruido durante un tiempo” que en realidad quiere decir “hasta que se le acabe el dinero y tenga que volver a pedir”.

Espero y deseo que Khadija, es decir, la representante de aquellas familias necesitadas sin vivienda digna en Melilla, puedan gracias a la cordura, disfrutar de una ayuda para alquilar un techo bajo el que vivir en condiciones, llamémoslas del “primer mundo” si se quiere y que no sea una excusa más, del partido gobernante, que las ideas del adversario sean siempre motivo de mofa, burla y desecho… simplemente por venir de quien vienen.

Un abrazo solidario desde la LUPA a Khadija, valentia, fuerza, paciencia, y fe, hermana.

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